viernes, 13 de agosto de 2010

EN PAZ ME ACOSTARÉ


Y ASIMISMO DORMIRÉ
PORQUE SOLO TÚ JESÚS
ME HACES SENTIR CONFIADO...

Para muchos jóvenes y adultos esta canción les traerá los recuerdos más maravillosos de la infancia, cuando el papá o la mamá les repetían al oído estas palabras, cuando las cantaban como una ofrenda de oración al Dios Todopoderoso pidiendo que guardara nuestros sueños.

Esta canción la podemos disfrutar en la voz de Daniel Calveti. Qué grande razón tiene el autor al decir que en paz podemos descansar porque solo Jesús nos hace sentir confiados. ¿Quién nos libra del mal? Sólo Jesús.

Hoy, le pedimos a nuestro Señor Jesucristo que una poderosa unción de su presencia divina se derrame sobre cada uno de los hogares de nuestros amados amigos y hermanos en Cristo Jesús, que nos siguen en las redes de Facebook, Tweeter, y en nuestra página www.eldiariocristiano.com, para que la protección sobrenatural de Dios les acompañe a todo lugar, a donde quiera que encaminen sus pasos, que les cuide y que les proteja a cada uno por nombre, a sus seres queridos y les brinde paz tanto en el día como en la noche.

Que aún en los días más oscuros de sus vidas, representados por el manto negro de la prueba, de la enfermedad, de la tristeza, de la amenaza, de la desilusión, de las amarguras, de las lágrimas por el dolor, del no saber a dónde ir, aún en medio de esa tribulación, que nuestro Señor Jesucristo sepa darnos a cada uno de nosotros la sabiduría para encontrar la salida a nuestra pena. Amén... gloria a Dios.

Amigo, amiga, a ti que lees estas líneas, el Señor está tocando hoy a la puerta de tu corazón, No importa la situación que atravieses, hoy te está ofreciendo una paz sobrenatural, esa paz que no podrás encontrar en ninguna cosa creada debajo de los cielos, sino que una paz que inundará tu vida de felicidad, de bienestar y poder en Cristo Jesús...

Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque Tú, Jesús, estarás conmigo.

No estás solo, el Dios del universo, el Gran Yo Soy, está a tu lado. ¡Levántate! Cree en el Señor Jesucristo y Él mismo dibujará una linda sonrisa en tu rostro y cambiará tu llanto en alegría.

Descansa en el Señor Jesucristo. Confiesa con tu boca que Jesucristo es el Señor de tu vida y nacerás de nuevo siendo galardonado con una preciosa corona de vida eterna en Cristo Jesús. Amén.

CARTA DEL DIRECTOR
elDiarioCristiano